Coge mis pulmones,
pues ya no necesito respirar.
Coge mis ojos,
pues ya no necesito ver.
Coge mis manos,
pues ya no necesito sentir.
Coge mi boca,
pues ya no necesito
hablar.
Coge mis huesos,
pues ya no necesito estar.
Coge mi corazón,
pues ya no necesito amar.
Coge mi alma,
pues ya no estoy aquí.
Y cuando no quede nada,
coge mi cuerpo
y haz con él un incendio.
Coge mis cenizas
y arrójalas al mar,
pues quiero alejarme de aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Destellos